Día 7 desapego total

Es extraño sabes? Esto de no haberte llorado aún. Esto de estar haciendo lo correcto. Ya pasaron 7 días en los que no hemos hablado y 14 desde que no te veo. Pero sabes qué, tampoco quiero hacerlo. Me siento tan libre. No te mentiré. La ansiedad está. Y la tristeza también. Pero me gana esa sensación de que supe actuar a tiempo, de que todo lo que pensaba que estaba mal en ti ahora se está cumpliendo, porque el tiempo siempre me da la razón. La batalla interna la tengo, la vivo constantemente y la guardo como recuerdo cuando me pasa, es una energía que viene, se va y regresa. Pero la aguanto. La tengo que aguantar. Por mi. Porque es la única manera en la que voy a salir de esta cueva. No me arrepiento de nada.

Día límite

Hoy no me hablaste en todo el día. Mi angustia aumenta y duele. Ya no tengo uñas en los dedos. Y hasta mis lágrimas no me quieren abandonar. Tu última conexión fue hace 10min y creo que ni por error abriste mi chat. Estoy harta de tu amor a medias. Y un poco harta de elegir a tipos como tú. Harta de mi también por acostumbrarme a la gente tan rápido. Y por que no, de ser un poco estúpida. De ser buena persona se pierde más que se gana. A veces siento que mientras más bueno eres más mierda son contigo. Eso es ley. No lo dudes nunca. Hasta aquí llegué. Con tu amor por ratos. Hoy no te provoque al parecer. Y no me voy a quedar a esperar. No te importo. Tampoco tendría que importarme aclararte las cosas. Me voy sin decirte adiós. Y me voy para siempre. Si tanto sientes que no soy suficiente. Pues imaginate yo que lo di todo y aún así no signifique nada. De esto se prende. Lo único que pido es que en realidad lo haga, esto de no cometer el error otra vez. El problema es que ya van 3 errores seguidos.

Fracasar en el amor se ha vuelto una batalla constante conmigo misma. Quería llorar con todas mis fuerzas, gritar, ahogarme, sentía como si no hubiera respirado en mil días y necesitaba dar un suspiro enorme y cuando digo enorme se me estremece estómago, esófago y hasta el hígado. Quería vomitar todo mi llanto, expulsarlo. Debería aclarar que odiaba llorar, sintirme pesada y muerta por dentro. Odiaba este sentimiento inmundo, MIL VECES INMUNDO. TE ODIO SILENCIO, TE ODIO SOLEDAD, TE ODIO MALDITAS GANAS DE TENER A ALGUIEN Y NO PODER.